Director SKIF Dominicana, Hanshi Eduardo Mejía Jabid

 CURRICULUM

ENTREVISTA AL DR. EDUARDO MEJIA JABID

Periodico El Caribe (fuente: http://elcaribe.com.do/)

“Mi satisfacción es devolver la salud a los pacientes”

Muy personal

Un Libro 

Quienes lo conocen lo definen como una persona de trato afable, solidario  y con un gran sentido del humor.

Es un ser humano emotivo, que al recordar el pasado, le produce satisfacción, pues siente que ha valido la pena todo su  esfuerzo. Así es como el doctor Eduardo Mejía Jabid, recostado en su bien pulido y cuidado escritorio  en  mármol y  caoba, le brinda la oportunidad a los lectores de este diario, de conocer cuáles fueron las motivaciones que le llevaron a formarse como médico y los inicios del Centro de Otorrinolarigología y Especialidades, el cual preside.

¿De dónde surgió la iniciativa de estudiar Medicina?
Atribuyo mi iniciativa de estudiar medicina a la influencia de mi hermano mayor, el profesor y doctor Julio Román Jabid, quien durante sus estudios universitarios, antes de partir a Estados Unidos y Europa a desarrollar su entrenamiento en la especialidad de Otorrinolaringología y Oftalmología, me recostaba en su regazo, mientras estudiaba; luego, al regresar al país, me llevaba a la consulta y a los quirófanos del hospital y a la clínica donde laboraba.

¿Recuerda algún caso que lo haya marcado en su vida profesional?
Pues sí, una vez operé a un paciente diabético de una tumoración en un oído y sus familiares se dirigieron a mi consultorio, por un problema que había surgido en el hospital y les dije que al otro día lo resolveríamos. Al llegar a la sala me enteré que el paciente había fallecido debido a que los residentes de medicina interna alegaban que el paciente era quirúrgico y no lo asistirían, mientras que los residentes de cirugía argüían que el paciente era clínico, y en esas discusiones banales perjudicaron la vida de ese paciente. 

¿Cuál ha sido la mayor satisfacción en el ejercicio de su carrera?
La mayor satisfacción en el ejercicio de mi carrera la recibo a diario con el cariño y afecto que me dispensan mis pacientes, cuando acierto en la cura de sus padecimientos, ver sus miradas brillantes de agradecimiento y recibir sus bendiciones y un abrazo de amor fraternal.

¿Qué cosas le afectan como médico?
Como médico, la falta de ética y moral de algunos profesionales, la comercialización de nuestra profesión, la deslealtad y la falta de compañerismo.

¿Cree usted que en el país hemos avanzado en medicina?
Evidentemente que hemos obtenido algunos logros positivos en el campo de la medicina, pues con el advenimiento de la alta tecnología actual, somos capaces conjuntamente con nuestros conocimientos clínicos, de tener mejores aciertos que puedan salvar la vida de nuestros pacientes, preservándolas y previniendo las enfermedades, fruto de ello es la longevidad que está disfrutando todo aquel que acude a los centros como medida preventiva, a realizar sus exámenes de rigor.

¿Cuáles son los casos de afecciones más frecuentes que acuden a su consultorio?
Pues soy otorrinolaringólogo y cirujano de cabeza y cuello, por lo cual asisten a mi consulta diversidad de pacientes con diferentes enfermedades. Es muy versátil, pues tratamos de dominar tres de los cinco sentidos, el gusto, el olfato y la audición.

Háblenos un poco de su niñez, ¿cómo fue su infancia?.
Pues mi niñez transcurre como la de cualquier infante normal, quizás un poco de rigidez por parte de mi padre, que era luchador antitrujillista por lo que mi crianza transcurre en un ambiente hostil en el barrio de San Carlos, en donde tenía que pelear todos los días y cuando llegaba con la camisa rota, mi padre iba a investigar qué había sucedido con mi oponente, en caso de derrota me esperaba una buena zurra. Él decía que no podía ser una “oveja dentro de una manada de lobos”, por lo que tenía que forjarme como un hombre de temple.

¿Cuáles consecuencias tuvo el antitrujillismo en su padre? 
Fue encarcelado varias veces,  la última vez que mi padre fue apresado fue en el 1959, yo tenía 10 años y no sabíamos que lo habían llevado a La 40, a la cárcel de tortura, donde permaneció un mes sin que tuviéramos noticias de él. Los “caliés” merodeaban nuestra casa y la custodiaban a pie y con los famosos Volkswagen, con su sonido característico que mi madre tanto odiaba.

¿Cómo inició el centro de Otorrinolaringología?
Mi madre tenía el interés de poner un bazar en un solar que adquirió en donde hoy queda el Centro de Otorrino. Inicialmente, yo no quería que fuera ahí,  me gustaba Ciudad Nueva, donde estaban las clínicas de prestigio.

En principio, la sugerencia era de construir nuestros consultorios, pero le dije que por la cantidad de los equipos de un médico otorrino no podía transportarlos de un sitio a otro, entonces mis padres accedieron a que construyéramos una clínica que en principio iba a ser para tratar cabeza y cuello, pero se ha convertido en lo que es hoy.

fuente: http://elcaribe.com.do/